lunes, 30 de marzo de 2015

Escribo...



A pesar de la experiencia, nadie más que el obseso sabe lo mucho que cuesta volver a su obsesión. 

A veces, uno se escuda en la falta de preparación: tengo que documentar esta minucia, no acabo de ver lo que sucede en esa escena, a tal personaje no lo he llegado a entender...

Pamemas. Miedo a comenzar. Falta de ganas de decidir cuál de los proyectos va a entronizarse definitivamente como El Proyecto. Desde ese punto, va a absorber todas las energías, imantando la realidad hasta que parezca que no deja de mandar mensajes inequívocos, que se camufla con frases ya pensadas. 

En definitiva, es pereza por dejar de una vez el estadio más delicioso de la creación, cuando todo está en notitas dispersas, líneas argumentales aún reemplazables, en fragmentos felicísimos que solo archivo en mi cabeza y no han llegado a establecer relaciones firmes entre sí. 

Es que lo más placentero siempre ha sido pensar. La redacción es simple oficio, y más propio de escribanos. 

Aunque también tiene sus arduas bellezas. Otro día las comentamos.


viernes, 20 de marzo de 2015

Otro "despiste" de Esperanza Aguirre



Lo que pasa en este país ya no es siquiera vergonzoso: alcanza otro nivel desasosegante y descarnado que nos enfrenta con la realidad y lo que somos. El espejo de nuestra vida pública se empeña día tras día en reflejar con brutal sinceridad lo que en otro país parecería una pesadilla intolerable. 

Y, sin embargo, se soporta con la naturalidad desinhibida del maleante, del timador, del profesional del escarnio y la insidia. Es que ya no se puede uno asombrar de nada, pero que persona tan analfabeta, zafia, caradura y tramposa como Esperanza Aguirre sea candidata nada menos que a la alcaldía de la capital de España es de no creérselo. 

Ahora, para colmo, su "mano derecha", una tal Gallego, está imputada por unas cosillas de la trama "Púnica". Casi nada. Primero fue Granados; luego, Ignacio González; más aún, buena parte de los alcaldes y bastantes concejales del PP de la Comunidad están metidos en el fango de la "Gürtel". ¿Acaso alguien puede pensar todavía que la bruja esta no tenía nada que ver? 

Porque, aunque fuera tan profundamente imbécil como para no haberse dado cuenta de nada, cosa del todo imposible, sería igual de responsable. Política y penalmente. ¿O es que les va a salir todo de rositas a esta gentuza del PP? ¿Basta con negar todo sin argumentos o simplemente callar, como hace Rajoy, para que todo pase y los tontos de costumbre sigan absolviéndolos en las urnas?

Ya está bien, hombre, ya está bien.